Me ha nacido un niño
y la casa,
de repente,
sin sentirlo,
se me ha llenado de lirios.
Me ha nacido un niño
y en los troncos que se queman,
alocadas,
se han levantado las llamas,
para ver más cerca,
su linda cara,
mientras bailan
y, en silencio,
le cantan una nana.
Me ha nacido un niño
y en la puerta de mi casa
ha llamado
una primavera adelantada.
Los amigos,
inconscientes,
dicen que me he vuelto loco,
de repente.
Es la locura bendita
que me regala mi niño,
mitad rosa, mitad lirio.
18 de febrero de 1964
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