sábado, 3 de abril de 2021

SEMANA SANTA 1977




Habían pasado tres días desde el Domingo de Ramos y él estaba desaparecido en combate. Estuvimos juntos en el entierro de los abogados de Atocha y desde aquel día fatídico nuestra relación pasó de amigos a amantes. Yo solamente tenía dieciséis años y apenas sabía de la vida y la lucha de clases. A mi padre no le gustaba nada “el niño comunista de los marqueses” y yo hacia bien en esconder nuestra relación. El Viernes Santo apareció por mi calle. En aquellos tiempos la Semana Santa de Valladolid era un sindiós de procesiones, mantillas, música sacra y bares cerrados.

Me dijo que debería estar atenta, que el sábado “pasaría algo”. Y así fue, el Sábado de Gloria, Alejo García interrumpe la programación -insulsa en ese día santo- de RNE para anunciar, entre jadeos, que el PCE había sido legalizado.

Salí a la calle como una loca para gritar “Viva la República” pero no había ni Dios...