martes, 11 de marzo de 2014

¿Desea eliminar el archivo adjunto?

Hoy hace catorce años que lo borré. 

Mira que me preguntó :" ¿Esta usted seguro que quiere enviar el archivo seleccionado a la papelera de reciclaje?" Yo dije : "Si, quiero" y ahí acabó todo.
Recuerdo la fecha porque era la víspera del cumpleaños de mi hija.

Era mi primera novela. Sin acabar, pero con toda la historia cogida con pespuntes.
Ayer, mientras escribía la segunda, el subconsciente -inconsciente él- me jugó una mala pasada y puse :

 "Nunca estuve enamorada, pero le quise. Y no hay mayor prueba de amor que la de dejar marchar  lo que se ama. Lo supe en aquel preciso momento, y entonces -y solo entonces- entendí a Manel."

Y la magdalena proustiana se me volvió -como últimamente me pasa tantas veces- a atragantar en este cerebro descerebrado que heredé de mi padre.

Afortunadamente Elena Ayllón pasó de puntillas por Yeserías, apuntando maneras. Tan chulita ella, tan autosuficiente, tan rica, guapa y con éxito. Tan infeliz... Y como era de esperar, a codazos, se ha hecho sitio para ella sola. Bueno, para ella y para su amiga Jimena. Y sin yo quererlo, sin ni siquiera tener conciencia de que esto podía pasar, Elena -que antes se llamó de otra forma- ha reaparecido en mi vida.

¡Bienvenida seas, guapa!

domingo, 2 de marzo de 2014

Sospechosos habituales

Enredando, tecleando, metiéndome donde sí me importa, descubro que hay GRUPOS en Facebook. Y yo, que me tiro en plancha virtual a todo lo que suene a club de lectura, escritura, megustaque... pues allí que voy.

Y resulta que hay grupos que son cerrados (¿?) y resulta que tienen reglas (¿?) y resulta que cuando alguna insensata, como yo, rompe esas reglas, le regañan (¿?¿?¿?¿?¿?). Y una, como ya no está para que le toquen el órgano sexual, cibernéticamente hablando, se va.

Me explico.

lunes, 17 de febrero de 2014

Escribir como terapia



Indagando y leyendo por ahí me he encontrado con una frase que me ha dado qué pensar : "Comencé esta novela por indicación de mi psicóloga, que me instaba a escribir lo que me pasaba". Bueno, no son palabras textuales, pero la idea es ésa.

Cuando la vida se te pone perra y no ves manera de soportar lo que se te viene encima, tienes, DEBES, buscar un auxiliosocorro, que ayude, si no a salir, por lo menos a sobrellevar estas pruebasquenosmandaelseñor, porque es que si no, acabas corriendo calle arriba pegando chillidos y pateando gatos. Y está muy mal visto. Más si eres o/y vives en un pueblo : que todo se sabe y si no, se inventa.

Hay quien va de compras, se tiñe el pelo o le da por apuntarse a Pilates.
Pero lo más efectivo, dónde va a parar, es escribir.

jueves, 6 de febrero de 2014

LA RIDÍCULA IDEA DE NO VOLVER A VERTE (Rosa Montero)


La exhibición del dolor siempre me ha parecido algo que raya con lo obsceno. Los funerales, los velatorios y los jolgorios fúnebres ante la muerte de un ser querido, siempre me han dado algo de vergüenza ajena.

Estoy leyendo “La ridícula idea de no volver a verte” de Rosa Montero. Y a la par, escribiendo mi segunda novela, secuela de la primera. Y digo secuela porque no es una segunda parte de… Es otra narración independiente de su hermana mayor –mayor por la edad- pero con algunos personajes, que se esbozaban en la primera y que, ahora nacen, crecen, se multiplican y… algunos mueren.

Elena moría al final. Pero tras varios principios accidentados y accidentales, decidí comenzar por el fin de la historia. Creo que ha quedado bien.

Y el principio es la muerte de Elena. No, no es una novela triste en sí misma. Tiene sus momentos, pero en general es bastante alegre. Elena es tan mal hablada como divertida. Y como escritora, es capaz de dar la vuelta a un hecho tan doloroso y hacer reír. Pero ese es el final y no voy a contarlo.

sábado, 4 de enero de 2014

Tía, si ejque de puro buena ereh tonta...


Hacer cola, esperar turno, es algo que habitualmente fastidia mucho a todo el mundo. Pero hace años descubrí que es algo fascinante si escuchas atentamente conversaciones privadas.

Mi madre, antes, era habitual de saraos navideños. Que si vamos a llevar a los niños a Cortilandia, que es muy bonito. Que si vamos a esperar siete horas para envolver los regalos en El Corte Inglés, que como ahí no los envuelven en ningún otro sitio y además te regalan las pilas... Que si el roscón de Pyma es el mejor del mundo que hay que hacer cola para encargarlo dos días antes y otra para recogerlo... Que si la cabalgata de El Escorial...
Y ahí le cogí yo gustillo a lo de esperar escuchando conversaciones ajenas. Es más, muchas veces, hacía callar a mi madre y a mis hijos (escandalizados) porque no me enteraba de lo que estaban diciendo las tiparracas anteriores, posteriores o, incluso, a siete cuerpos de distancia, de nosotros.
Porque, la verdad, las tías hablan mucho, más alto y -dónde va a parar- más entretenido.

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miércoles, 11 de diciembre de 2013

Escritores que autoeditan, como yo.


Fui una niña preguntona. Siempre quise saber el porqué de todo y con la edad no se me ha pasado. Al contrario.
Así que el día que puse internet en mi casa, descubrí que tenía acceso a muchísima información que antes tenía que buscar por otros canales, mucho más lentos y trabajosos. Estaba encantada.
He leído multitud de tutoriales, noticias, libros y opiniones para conseguir poner en marcha un blog, este blog, que comenzó siendo un desahogo ante las cabronadas de los bancos.
Comencé de la nada. No tenía ni idea. Pero aquí esta gracias a la "tecnología blogger", a páginas como "Mamaquieroserblogger" y a echarle ratitos que le quito a la plancha, el mocho y las ingles brasileñas.
Luego llegaron Las Yeserías. Y como yo soy así, decidí que un libro no es un libro hasta que no lo ves -tocas- en papel.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

ANGELITA LA RÁPIDA


              
Yo nací en Yeserías.

No, mi madre no era ni María la Puñales, ni Angelita la Rápida, las asesinas más afamadas en la década de los sesenta.

 Mi madre, la pobre, cumplía la condena de haberse casado con un funcionario de prisiones -ahora llamados de Instituciones Penitenciarias- y entonces, en Yeserías también había un hospital, donde parían las mujeres de los funcionarios.

Angelita la Rápida, la envenenadora de Urda, fue una de las criminales más conocidas en los principios de los años sesenta. El juicio fue muy comentado en periódicos de la época. Estuvo presa en la Central para madres lactantes en Ventas y luego pasó a Yeserías.

Angelita vio cómo daban a su padre el paseíllo durante la guerra civil, por pertenecer a la CNT.  Era maestro del pueblo y no llegó a ver cómo perdía la guerra.
La madre de Angelita, una mujerona de armas tomar; que siempre reprochó a su marido no estar donde tenía que estar en el momento adecuado; en cuanto se quitó el luto empezó a dejarse ver por el pueblo. Así que Paco, el de los muleros, intentó llevársela a la era, pero Críspula, que tenía ya muchas tablas, aguantó, hasta que a Paco no le quedó más remedio que pasarla por el altar antes que por la piedra.

MARÍA LA PUÑALES


                                                                 
Era un martes 5 de agosto de 1969 - el mismo día en que 40.000 personas se congregaban en Woodstock buscando paz y música- cuando el juez dictó sentencia contra María Rivas de Dios, más conocida como María la Puñales, la gitana más sanguinaria, cruel y vengativa que nunca nadie recordara.

María fue la hija número doce de Antonia y de Manuel. Gitanos chabolistas del barrio de la Ventilla. Eran, como lo fueron antes sus padres y sus abuelos, ropavejeros y con el tiempo se acabarían dedicando a la chatarra. Oficio decente y digno, como ellos, que eran pobres pero con unos principios que nunca nadie, ni siquiera su última y díscola hija, consiguieron hacer tambalear.
María fue la última de sus hijos, todos ellos feos, renegríos y canijos, como sus padres.
Ella, sin embargo nació mucho más blanca que sus hermanos, y cuando abrió los ojos, descubrieron que los tenía asombrosamente claros. Eso a Manuel no le gustó nada, ponía la mano en el fuego por su mujer, más que nada porque no habría hombre en la faz de la tierra que quisiera acostarse con ella, payo o gitano. Pero que la niña saliese tan guapa y tan fina daba qué pensar.

OLGA GUSTAFSSON

                                               
Fernando García de la Fuente magistrado en el caso María Rivas de Dios, era un hombre recto y honesto –aunque un poco simple-  al que las vicisitudes de su vida marital le tenían descentrado y un poco hasta los cojones de todo.

Cuando tomó declaración a la gitana, remitida por el juez de instrucción, le impresionó mucho aquella mujer de ojos verdes y mirada retadora y se sintió fuertemente atraído por ella.
Paco, el psiquiatra forense, y amigo del alma, le comentó lo guapa que era, muy Ava Gardner, dijo, una pena que estuviese tan flaca.

Fernando nació, unos años antes de la contienda, en Ceuta, donde su padre estaba destinado como militar de alta graduación. Había servido en Marruecos, junto a José Sanjurjo Sacanell y a Francisco Franco, lo que  hizo que su familia estuviese muy bien relacionada, ya que él murió durante la guerra y pasó a ser uno de los héroes caídos por España.
Aunque era golpista convencido, de los tres generales, amigos suyos, con el que peor se llevaba era con Franco, nunca tuvieron ninguna mala palabra pero no había química. En cambio con Pepe Sanjurjo era distinto. Tenía otro carácter, era muy simpático y hacían muy buenas migas. Que Sanjurjo, primero, y Mola, durante la guerra, después, muriesen en accidentes de avioneta siempre le dio qué pensar, y nunca se fió del “enano”, como le llamaba en casa, sólo delante de su mujer, y en susurros.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Me escriben cartas ...



El Banco de Sabadell me ha escrito esto :

Buenas tardes Ana: ¿Cómo está? Espero que el asunto bancario que comentaba en su Blog se haya resuelto favorablemente. No sé si habrá sido oportuno preguntarle por ello, pero en todo caso querría saber si hay algo que podamos hacer para que recupere la satisfacción en una entidad bancaria, en esta oficina aceptaríamos el objetivo
Reciba un cordial saludo

Y yo he contestado :

jueves, 23 de febrero de 2012

QUÉ ALEGRÍA... ESTAR...


Estaba viendo la gala de los Goya, cuando apareció Silvia Abascal y dijo lo de : "Qué alegría ... estar...".
Yo no sabía que había sufrido un ictus, del que se ha recuperado.

Me emocioné.  Pero no por ella, que está. Sino por quién ya hace mucho que nos dejó, siendo tan jóven, con tantas cosas que hacer, y marcando un antes y un después desde su marcha.

Morir joven es una putada. Y también lo es para el que se queda. Nunca se esta preparado para perder a un ser querido, pero cuando es de repente y en lo mejor de la vida parece que el mundo cambia de color. Todos los días son grises, todos los días hace frío. Ese frío que te invadió el día que te dieron la noticia, porque, sí, la sangre se congela en la venas, se queda ahí, helada. No puedes respirar, no puedes dormir, no quieres vivir ...